Sunday, September 09, 2007

De regreso en el curso de los Derechos Humanos

Aunque en 1996 se firmó la paz, y varios procesos democráticos se vieron anclados debido a diferentes circunstancias, hoy en Guatemala se puede pensar en la posibilidad de un cambio cuantitativo y cualitativo en el camino a la democracia, sin embargo, esta variación no se podrá dar si no existe un movimiento social que lo fomente.

Presenciando las elecciones se puede ver con toda facilidad cómo la opción de la izquierda guatemalteca está fraccionada y aunque los líderes visibles manejan un discurso coherente y de transformación positiva, la gente no vota por ellos. ¿qué pasa? la explicación se puede plantear desde varias perspectivas, sin embargo, se puede decir con mucha certeza que hay algunas estructuras mentales que perviven en nuestras incosciencias, es decir, el dogmatismo, machismo, indiferencia, resentimiento...etc. etc. temas que se mantienen en la configuración del "macho" latinoamericano....los mismos que todavía éxisten como quistes en la arena política nacional...pero ¿quién está mal, la izquierda o la derecha? bueno, estas taras mentales son evidentes en la derecha guatemalteca, es mas, esta visión responde muchísimo al pasado del país, a la falta de educación, al desprecio y rabia que en Guatemala se tiene por existir, por ser ilegítimos, por no ser criollos, por ser mitad indígena mitad español... en fin, miles de razones...y ¿la izquierda? obviamente también posee estas mismas formas de autoritarismo y estupidez, pero...con otras estrategias, en la izquierda se trata de sanar en lo colectivo...pero se olvida lo individual...

Por eso, es necesario tener un marco fuerte de Derechos Humanos, sí, así quienes no participamos de la solución violenta, quienes no queremos ser macho de fusil en mano, quienes no tememos a no pelear sino a transformar....quienes respetamos al otro y la otra....así....solo así podremos transformar algo...de otra forma...Guatemala seguirá siendo uno de los países más violentos del mundo....el país de los bastardos.