Saturday, February 08, 2020

El tumultuoso mes de enero de 2020





Pablo Rangel

A inicios del año 2020, varias situaciones caóticas tomaron por completo la agenda mediática internacional: la inminente tercera guerra mundial y desde la segunda semana del año, la pandemia de una cepa de coronavirus originada en China.

foto: Getty Images 2016.
Mientras esto hechos se dan, la tensión política en Estados Unidos de cara a las próximas elecciones presidenciales crece rápidamente. Por un lado, Donald Trump, ha enfrentado desde inicio de año la posibilidad de ser juzgado por abuso de poder y de esta forma llegar al impeachment (figura jurídica que en el derecho anglosajón y en países presidencialistas significa la destitución del cargo del funcionario público) El juicio político desde un inicio fue iniciativa del partido demócrata, el cuál aprovecho su poder y fortaleza en la Cámara Baja para plantear esta jugada audaz. La audacia de este movimiento político radica en que la decisión de si el juicio va o no, es de la Cámara Alta, que ahora está dominada por los republicanos. Pasaron los días y para el 6 de febrero, la Cámara Alta, hizo lo que se veía más obvio, perdono al Mandatario.


En estos días también la agitación continua en la política del partido demócrata pues estos entraron al rally de sus elecciones primarias. A diferencia de otros años, Bernie Sanders, candidato vinculado al socialismo y a la izquierda más radical norteamericana, tiene bastantes posibilidades de triunfar, situación que inquieta a muchos demócratas y aún más a los republicanos.

En medio de la tensión política, aparece el coronavirus chino y súbitamente la atención mediática se vuelca hacia el contexto de los mercados chinos en los que regularmente se venden animales silvestres para el alimento. Los números no coinciden plenamente con la alarma que genera la nueva enfermedad. Se habla de una Pandemia, cuando la OMS aún no la ve, pues necesita más datos y casos para declarar tan alta alarma.

¿Cómo estos hechos que parecieran desvinculados se unen en la agenda mediática y el contexto de las elecciones norteamericanas?

Es de conocimiento general la intención del Presidente Trump de reelegirse como máximo mandatario de EEUU. Incluso, varios analistas coinciden en que su estrategia política internacional para la reelección se ha centrado en dos frentes:

Foto: US News & World Report
Frente 1: La guerra por los recursos petroleros. Se encuentran acá la potencial guerra contra Irán, como enemigo civilizacional, o la situación de la intervención en Venezuela, como enemigo ideológico. Además de la capitalización en términos de recursos energéticos, ambas “guerras” despiertan simpatías y la voluntad positiva del pueblo norteamericano para las próximas elecciones. En el caso de la guerra contra Venezuela, también da cierta ventaja sobre el candidato demócrata Bernie Sanders, ya que abona el terreno del temor a la ideología socialista en el pueblo norteamericano y previene una posible llegada del candidato a la contienda fortalecido.

Frente 2: La guerra comercial por la hegemonía económica en el mundo. En este contexto se encuentra la guerra de aranceles contra China que inicia el gobierno del Presidente Trump en el año 2018, aumentando drásticamente los impuestos a todas las importaciones chinas. Hay que recordar que en 2019, ordena a Google hacer incompatibles sus sistemas con la marca de teléfonos chinos Huawei.
En esta fotografía se observa cómo en China se han
implementado cámaras térmicas para detectar potenciales
enfermos de Coronavirus. Foto: Financial Times

El gobierno chino no es precisamente un enemigo ideológico, a pesar de haber sido hasta hace 40 años una potencia comunista. Los réditos políticos para Trump, no vendrán del señalamiento de China como socialista, sino al estigmatizar su estilo de vida y manchar su reputación haciéndola ver como cuna de enfermedades graves.

Tomando en cuenta estas situaciones es posible argumentar que mucha de la atención mediática que se ha manifestado en los últimos días a temas efervescentes, como una tercera guerra mundial, o apocalípticos, como una posible pandemia, son parte de la estrategia del gobernante norteamericano para lograr ser reelecto en los próximos comicios, seguramente los grupos de poder de EEUU se están jugando mucho más que la elección de un presidente, pues parecieran estar dispuestos a reconstruir la hegemonía norteamericana a toda costa y pasando sobre cualquier país. En este proceso Donald Trump ha resultado ser una pieza clave, aunque el costo para los aliados norteamericanos en el mundo será alto.